Ser o estar

El tiempo lo cura todo, Lo pone todo en su sitio, gira, cambia, une, separa, da vueltas y no vuelve atrás. El tiempo muestra muchas caras pero siempre acierta. El tiempo te da la razón y también te la quita. Te da a personas fabulosas y también consigue apartar de tu vida lo malo Y viceversa... El tiempo... No sé qué me deparará pero por el momento, el tiempo me ha dado tregua. Como un sabio me dijo una vez: no preguntes por saber lo que el tiempo te dirá. Yo tan solo quisiera parar el tiempo justo en el momento en el que nuestros ojos volvieron a encontrarse y nuestras sonrisas volvieron a bailar juntas.

Es inevitable no pensar, es inevitable no sentir, es inevitable la impotencia, el desconocimiento, la ausencia, el anhelo, el desasosiego, la incertidumbre, la tristeza y el descontrol. Sentirte tan lejos, tenerte tan cerca. Ser dos perfectos desconocidos que saben todo el uno del otro. Es inevitable recordar esas palabras que retumban en mi mente dando un sentido a este caos que hay en nosotros. Esa anécdota que  cada día se cumple rigurosamente, como el mecanismo de un reloj suizo. "Recuerdo que un hombre anciano de mi p ueblo me contó una vez que cada noche él y su mujer s e marchaban a dormir dándos e un beso y diciéndose te quiero. Pasara lo que pasara, aunque un ra to a ntes hayan discutido o llevaran todo el día sin hablarse, ellos no se podían dormir sin hacer eso. Cuando lo escuché, supe al momento que era eso mismo lo que quería hacer con la que fuer a madre de mis hijos y ahora sé que eso es lo que piens...

Y lo que más recuerdo es su último abrazo. Ese abrazo que supo a... "no me sueltes nunca". Es más, no me soltó. Cuando quise apartarme me dijo:  quédate así un poco más. Tras unos minutos, minutos eternos y efímeros al mismo tiempo en el que cada vez apretábamos más, cada vez nuestros mundos se acercaban peligrosamente más y cada vez nos debilitábamos un poco más, acabamos por separarnos. Y así fue como finalmente, le di el más tierno de los besos en la frente y me alejé en silencio  sin saber que ese momento sería el que más cerca nos haría estar de nuestras almas y nuestros corazones de nuevo. Y sin saber que ese momento se convertiría en nuestro punto y final.

He vuelto a soñar contigo, cada vez más recurrente, cada vez más cercano y más real. Me mandabas un sms con una foto tuya en un cartel muy bonito por cierto. Ibas de rojo y oro, que bien te sienta el rojo. Me preguntabas si me gustaba... A continuación un show. Casualmente pasaba por alli y entré a cotillear. Iba a ser un gran espectáculo. Todos los de la banda vitoreaban tu nombre y yo no tenia ni idea de lo que estaba pasando allí. Saliste e hiciste de las tuyas, cantabas y encandilabas a todos con tu desparpajo. Viniste hacia mi... Me acariciaste la cara y me diste un beso en el cuello como parte del show. Lo pienso y un escalofrío recorre todo mi cuerpo.

Puede que no vuelva a querer así, que la vida me haya dado la felicidad extrema y que de un plumazo me haya quitado lo que más ansiaba, lo que más anhelaba... La vida es caprichosa, te hace girar, descubrir, querer, llorar, sufrir y disfrutar. Pero sobre todo, la vida te marca. Marca un antes y un después en tu persona, la vida te hace crecer a pesar de las heridas, a pesar de los desaires todo te enriquece y construye lo que llevas dentro.    Puede que no vuelva a querer así pero todo lo que viví siempre quedará conmigo, todo lo que disfruté lo llevo grabado en mi piel, todas las risas, las miradas, las palabras, las caricias... eso amigo mío, siempre no podrá quitármelo nadie. Solos tú y yo. No solo fuimos, sino que también estuvimos.