Inevitable

Es inevitable no pensar,
es inevitable no sentir,
es inevitable la impotencia, el desconocimiento, la ausencia, el anhelo, el desasosiego, la incertidumbre, la tristeza y el descontrol.

Sentirte tan lejos, tenerte tan cerca.
Ser dos perfectos desconocidos que saben todo el uno del otro.

Es inevitable recordar esas palabras que retumban en mi mente dando un sentido a este caos que hay en nosotros.

Esa anécdota que  cada día se cumple rigurosamente, como el mecanismo de un reloj suizo.

"Recuerdo que un hombre anciano de mi pueblo me contó una vez que cada noche él y su mujer se marchaban a dormir dándose un beso y diciéndose te quiero. Pasara lo que pasara, aunque un rato antes hayan discutido o llevaran todo el día sin hablarse, ellos no se podían dormir sin hacer eso. Cuando lo escuché, supe al momento que era eso mismo lo que quería hacer con la que fuera madre de mis hijos y ahora sé que eso es lo que pienso hacer cada día contigo".

Y eso amigo mío es lo que sigue sucediendo cada noche en la soledad de mi habitación.

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